No
puedes hacerte a la idea de algo que ni siquiera sabes si es real o no.
Mientras tanto, los días van pasando y tú y yo con ellos sin saber que hacer o que decir
a cerca de nosotros, la duda siempre está presente y con ella la distancia… la
maldita distancia. Ésa que dicen que no separa a las personas que tan solo son
solo números, kilómetros… pero en este caso, en mi caso… hace que ni siquiera
pueda empezar algo que de verdad creo que iría bien. Aunque a veces llegue
hasta dudar de mis sentimientos, pero puede que sea por los dichosos numeritos
que nos separan. Aun así, sigo viviendo el momento, es la mejor opción que hay,
vivir el presente. Hacer y deshacer todo donde y cuando quiera. Libertad, siempre libres, pero con cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario